Leyendas de Gran Canaria

Las Islas Canarias estaban habitadas antes de la conquista europea por distintas poblaciones que popularmente se han venido conociendo como guanches, aunque en realidad, cada isla tiene una denominación: Canarios (habitantes de Gran Canaria), Majos (Lanzarote y Fuerteventura), Benahorita (La Palma), Bimbaches (El Hierro). Los antiguos habitantes de Canarias eran un pueblo entroncado con los antiguos bereberes del norte de África. Hasta mediados del siglo XX, algunos investigadores defendieron una teoría que vincula a las poblaciones bereberes con los germánicos; sin embargo, esta teoría es rechazada actualmente por historiadores y antropólogos. En cuanto al poblamiento de las islas, las teorías más aceptadas en la actualidad son aquellas que defienden que estas poblaciones fueron traídas o bien por los fenicios o bien por los romanos. Otra hipótesis indica que existieron sucesivas oleadas migratorias producidas primero por la desertización progresiva del desierto del Sáhara y después por la presión del Imperio romano sobre el norte de África. Además, tanto el tipo humano como las raíces lingüísticas apuntan a una casi segura procedencia bereber. En todas las Canarias existen topónimos de clara ascendencia bereber o tamazight (Tegueste, Tinajo, Tamaraceite o Teseguite).




El Roque Nublo.

Hoy os quiero hablar del pilar de la isla de Gran canaria, nuestro centro y orgullo: El Roque Nublo, un monumento natural situado en el centro de nuestra 
isla, en el antiguo y caractérístico municipio de Tejeda.
El Roque Nublo se encuentra en un ambiente claramente montañoso, de origen volcánico, al igual que el resto del paisaje de las Islas canarias.
Esta compuesto de roca basáltica y su forma la adquirió gracias a la presión de las erupciones volcánicas subterraneas y a los consecuentes reajustes 
isostáticos, y es que ya se sabe, que " despues de la tormenta llega la calma", pues bien, despues de todos estos fenómenos, llega la calma a la tierra y el 
asentamiento, produjo dicho monumento.
El Roque se eleva a unos 80 metros desde su base sobre la montaña y alcanza los 1813 metros sobre el nivel del mar. El Roque Nublo se encuentra perfectamente 
situado en el centro geográfico de la Isla de Gran Canaria, por eso se dice que es nuestro eje y pilar central. Pero el encanto de este gigante no termina 
aquí, ya que frente a él, le rinde homenaje otros dos curiosos roques: uno con forma de Fraile y otro en forma de Rana, los cuales son facilmente observables 
desde el mirador de la carretera. Desde este mismo mirador ó desde la base del Roque Nublo, en los dias claros, se puede observar el majestuoso Teide (3718 m 
) de la isla vecina, Tenerife.
Los viejecitos y la historia, cuentan, que nuestros antepasados, los aborígenes, consideraban al Teide como el Dios y que el Roque Nublo y el Roque de los 
muchachos eran sus guardianes. Tambien se oyen historias,que relatan que el Roque era el hogar y punto de reunión de los dioses, y es que parece ser que para 
los aborígenes, la palabra Nublo significaba "realeza, dioses, el más importante", los mismos aborígenes, con el fin de tener contentos a los dioses, le 
hacian ofrendas a los pies del Fraile y del Roque Nublo, para calmar la ira de los dioses, les ofrecian parte de sus cosechas ganaderas: leche y manteca
Existe la profecia ó la leyenda de que un dia, un terremoto derribará el Roque Nublo, y ese dia será el fin de las islas canarias, ya que la ciada de la casa 
de los dioses, provocará el hundimiento de las islas bajo las aguas, sólo es uns leyenda, pero ..........
Es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, el deporte y el aire fresco, gracias a los caminos que nuestros aborigenes dejaron marcados, y nosotros 
con los años los hemos ido reconstruyendo y acondicionando de tal manera que hoy en dia son caminos reales en perfectas condiciones para el senderismo. Se 
puede llegar hasta su base en apenas 2 kilometros de camino natural muy bonito y carecterístico ó tambien en coche, pero no tiene punto de comparación
Los escaladores de la zona comentan que desde la cima se observa la conocida craz tallada en piedra verde, que marca e indica el centro de los caminos que 
cruzan toda la isla, por no mencionar la exquisitas vistas del paise canario.
Poco a poco se ha conseguido que el espacio del Roque Nublo esté protegido y cuidado como lo que es, ó al menos como lo que cuenta la historia, la casa de 
los dioses. Y es que es espacio situado al oeste de la isla: desde Inagua, Tejeda, Ojeda y Pajonales ha pasado por ser un Espacio Natural en 1987 y 
actualmente desde 1994 es Parque Rural, aunque hay una petición realizada, para qeu lo declaren Parque Nacional y no es porque sea canaria, pero el entorno 
se lo merece, es un lugar precioso , que no debe ser alterado y modificado, debe permanecer libre a sus modificaciones naturales.
Para los que querais disfrutar de la zona , os podeis alojar en las casas rurales de la zona, con vistas muy bonitas. El parador, el hote "refugio". Hay para 
todos los gustos y economias, pero no os olvideis de probar la gastronomía típica, os gustará.
Información sacada de la web de Ciao.

Fortaleza de Ansite.

Se encuentra en un afloramiento basáltico en el Barranco de Tirajana en el municipio de Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria).Es un ejemplo de poblado 
fortificado. Su lado oriental presenta un importante número de cuevas naturales acondicionadas otras labradas artificialmente en donde se observan cuevas 
viviendas, funerarias y silos. El conjunto está organizado en diferentes niveles comunicados entre sí por pasos y caminos como el original túnel que 
atraviesa el roque y que comunica las dos laderas del poblado.
Alrededor de 1485, en Gran Canaria quedaban tan sólo unas pocas fortificaciones para proteger la isla de los conquistadores hispanos; una de éstas era la 
Fortaleza de Ansite: una cueva en un peñasco abrupto, en los alrededores del Barranco de las Tirajanas.Desgastados por las tropas castellanas de Pedro de 
Vera , por la hambruna tras cinco años de conquista, muchos isleños, finalmente, decidieron rendirse; Sin embargo Bentejuí, prefirió suicidarse antes que 
darse por vencido.
Bentejuí se trasladó, encabezando un importante contingente humano, hacia la protección que brindaban las agrestes montañas de Tirajana. Pero, de nuevo, 
fueron cercados en Ansite, paraje cuya localización exacta aún se discute. Esta vez la espera acabó en éxito para los castellanos, previa mediación de 
Fernando Guanarteme ante los cansados sitiados, que finalmente aceptaron las condiciones de rendición. Todos, menos Bentejuí y el faycán teldense, que 
prefirieron mantener su libertad hasta el último momento de sus vidas. Bentejui y los que allí estaban se suicidan ante el grito de ATIS TIRMA.
Es muy probable que, antes, Bentejuí (Wenteghuyyit, ‘éste vocifera, alerta o invoca’) interviniera también en la famosa Batalla de Ajódar, donde los 
castellanos sufrirían la mayor derrota en la Isla, contribuyendo con su arrojo a que los canarios salieran indemnes en los inciertos episodios de asedio a 
los que fueron sometidos. Con su desaparición, se sellaba la finalización “oficial” de la conquista de Gran Canaria, un 29 de abril de 1483.
Hoy en día muchas personas participan en la Ruta de Bentejuí, que se celebra cada mes de abril para conmemorar el acontecimiento en el que nuestro 
protagonista dirigió a los suyos desde el Bentayga hasta Ansite, con un trazado aproximado al que siguiera el último gran héroe de Canaria.
Cristina López Diaz

El Gran Volcán de Bandama.

Geología de las Islas Canarias
Para comprender la magnitud de este Volcán de Bandama, y en general el paisaje de las Islas Canarias, debemos hacer un poco de análisis previo de la 
construcción de estas islas volcánicas en medio del Océano Atlántico. Es por ello, que en estos primeros párrafos vamos a intentar explicar el origen 
volcánico de las Canarias, que viene a ser uno de los mejores estudiados del mundo, junto al de Hawaii.
El archipiélago se localizan en el interior de la denominada Placa Africana, más concretamente en su margen continental Atlántico. Esta placa de lento 
movimiento (menos de 1 cm/año a la altura de Canarias) se desplaza en sentido antihorario hacia el NE para chocar con la placa Euroasiática. Aunque el origen 
de las Islas Canarias ha sido objeto de un largo debate científico, con numerosas propuestas a lo largo de los dos últimos siglos, en la actualidad hay un 
gran consenso en la comunidad científica sobre el mismo. En esta visión moderna, nuestro archipiélago surge por la acción de una anomalía térmica en el manto 
terrestre (conocida como punto caliente) que es capaz de fundir rocas a grandes profundidades (hasta 100 km), formando magmas que comenzarán su largo y 
prolongado viaje de ascenso hasta la superficie terrestre (en nuestro caso, los fondos marinos que rodean las islas, entre 2.000 a 4.000 m de profundidad). 
Los magmas que logran salir a la superficie (menos del 50% del volumen total) provocan manifestaciones volcánicas y, por extensión, la acumulación de sus 
materiales (lavas y piroclastos) en un área determinada de forma que con el pasar del tiempo (cientos de miles a millones de años) esa acumulación puede 
rebasar el nivel del mar y provocar el nacimiento de una nueva isla.
Formaciones volcánicas suaéreas más antiguas (en millones de años)
El Complejo volcánico de Bandama:
la erupción más reciente de Gran Canaria
La Caldera y el Pico de Bandama constituyen por su volumen, dualidad morfológica, modalidad eruptiva y depósitos asociados, el conjunto volcánico más 
destacado del volcanismo reciente (los últimos 11.000 años, conocido como el Holoceno) de Gran Canaria.
El Pico de Bandama, con sus 275 m de altura hasta alcanzar la cota 575 m, constituye la mejor “atalaya” para la contemplación del paisaje del cuadrante NE de 
la isla. Posee morfología cónica, con base casi circular y un cráter abierto en herradura hacia el NO, lo que pone de manifiesto que su construcción se 
realizó bajo la influencia de los vientos alisios.
La Caldera de Bandama, por su parte, posee forma ligeramente elíptica con un diámetro máximo de 927 m y laderas con desniveles medios de 270 m. En las 
paredes de La Caldera se pueden apreciar materiales del sustrato anterior a su formación como son lavas fonolíticas (de más de 8 m.a. de edad. La disposición 
de estas capas del sustrato permite reconstruir como era el relieve previo al nacimiento de estos dos volcanes (Caldera y Pico), tratándose de una pequeña 
meseta cuyas laderas caerían hacia el Valle de los Hoyos, al N, y hacia el Barranco de las Goteras al S. Los materiales propiamente dichos de este conjunto 
volcánico se clasifican en 3 categorías: lavas, piroclastos de caída y oleadas piroclásticas.
Las lavas surgieron principalmente de la base del cráter del Pico de Bandama y fueron rápidamente canalizadas por el Valle de los Hoyos recorriendo más de 
2,5 km. Presentan la típica morfología “aa” (malpais) con superficie muy irregular y grandes bloques erráticos.
El cráter de simetría tan perfecto de la caldera de Bandama ha despertado la admiración y el asombro de todos los viajeros que, desde siglos pasados, lo han 
podido visitar. El mismo sendero por el que, en el XIX, bajaron Stone (que cita sus naranjos) o Edwardes (a beber vino), atrae aún a caminantes.“La primera 
sensación es de intensa sorpresa y admiración ante el hecho de que la Naturaleza pueda haber creado algo tan perfecto”, escribió la viajera inglesa Olivia 
Stone (1887), que bajó con un grupo de excursionistas a caballo. “Este es el cráter más perfecto de Canarias, una depresión cóncava de tierra y rocas de una 
uniformidad como sólo la naturaleza sabe crear”, describió otro viajero británico, Charles Edwardes (1888), que bajó animado por sus residentes para que 
bebiera un vino que le pareció fuerte.
Para más información puede dirigirse al autor de estas descripciones.
Álvaro Monzón Santana

Descubrir otro Pilancones.

De Cruz Grande hasta Ayagaures, pasando por Cruz de Agustina y Las Tederas. El sendero más extenso, difícil y menos conocido del Parque Natural de Pilancones 
es una cátedra perfecta del paisaje. Solemne y rústico, permite descubrir otra cara del más antiguo patrimonio de Gran Canaria.
Gabriel Suárez
Para conocer la vertiente oeste del Parque Natural de Pilancones se necesita una cierta preparación física. No es cuestión de echarse a andar solamente. El 
sendero que permite disfrutar de uno de los paisajes más imponentes del sur de Gran Canaria está semioculto, mal señalizado en algunos de sus tramos y reúne 
todas las características de lo que los expertos en esta materia denominan ruta difícil. Pero si se anima, los 19 kilómetros del sendero no tienen 
desperdicio.
Es importante elegir una hora apropiada para iniciar la caminata; si es verano y todavía no ha salido el sol, mucho mejor, porque las temperaturas en algunos 
tramos de los barrancos suelen ser sofocantes. Apenas comenzar, aparece ante nuestra mirada un enclave con una combinación de colores y de aromas propios del 
amanecer, que resultan insuperables. El silencio, sólo interrumpido a veces por los sonidos lejanos de un pico picapinos, lo envuelve todo.
En los primeros tres kilómetros la ruta no ofrece dificultades. Los restos de un antiguo camino real construido hace más de dos siglos nos guiará los pasos 
hacia el interior del pinar. Esto permite imaginar los sacrificios que debieron pasar quienes tenían esta única vía para comunicarse, trasladar a las bestias 
o cargar con el carbón que salía de los hornos instalados en distintos puntos del pinar.
Desde lo alto y a la derecha se divisa la presa de Chira. El espejo de agua se hace pequeño en la medida que avanzamos hacia la Mesa de la Degollada del 
Sordo. Atrás, lentamente, van quedando los tejados de Cercados de Araña.
En esta primera etapa de la ruta, vamos a visitar la parte menos conocida de Pilancones, pero al mismo tiempo la zona de mayor valor paisajístico. Es 
necesario detener la marcha, apostarse en improvisados miradores y contemplar la exuberancia del pinar y profundidades de los barrancos. No existen palabras 
para describir la postal que se tiene ante los ojos.
La siguiente etapa nos llevará hasta los Andenes de los Juncos, desde donde podemos contemplar unas perspectivas únicas de la parte oriental del parque, con 
las degolladas de Manzanilla y Rosiana, entre Morro del Guanil y Montaña la Negra, llenando todo el paisaje.
Desde este punto se llega hasta la Cruz de Agustina, tercera de las etapas y lugar para descansar, saborear el bocadillo e hidratarnos. La última etapa nos 
conduce a Las Tederas y Ayagaures. Aquí todavía es posible observar las huellas del incendio que arrasó media isla hace tres años. Pinos secos, tejados 
hundidos y cenizas en los troncos hablan de la magnitud del siniestro. El sendero es de vértigo (se bajan 300 metros en 1.000) y está mal señalizado, pero el 
esfuerzo bien vale la pena.
UN VALOR NATURAL ESPECIAL
Poder total. El Parque Natural de Pilancones quedó huérfano de su insigne y centenario pino tras el incendio de julio de 2007, el cual fue durante muchos 
años el motivo que invitaba a visitar este espacio protegido. Pero Pilancones, pese a esa lamentable pérdida, tiene muchos otros valores. Su patrimonio 
botánico y geológico exige ser conocido, difundido y disfrutado.
Aves. Dentro de este espacio natural también se encuentran los montes públicos de Ayagaures y de Pilancones. Asimismo ha sido declarado como zona de especial 
protección para las aves. Entre las especies más conocidas destaca el pico picapinos.
Yacimientos. Geográficamente, Pilancones linda por el norte con el Parque Rural del Nublo y por el este con el Paisaje Protegido de Fataga. Dentro de su 
perímetro se encuentran numerosos yacimientos arqueológicos, destacando de entre todos el de Arteara.
Prohibición. Por ser parque natural rigen dentro del mismo una serie de restricciones para sus usos, por lo que no están permitidas nuevas construcciones, ni 
la tala de árboles o la circulación de vehículos, salvo los que están destinados a la protección del medio ambiente.
Cátedra del color. Desde la Mesa de la Degollada del Sordo, foto superior, es posible recrearse la vista con lo que algunos expertos dicen que es una 
auténtica cátedra del paisaje. El intrincado barranco de Ayagaures es un monumento a la grandiosidad de la naturaleza. En la imagen derecha, la belleza del 
barranco de Las Tederas, con una tonalidad verde muy singular, es parada obligada para todos los senderistas. Contemplarlo desde la vertiente opuesta no 
tiene precio. Es una pintura.

Roque Bentayga.

Uno de los aspectos más interesantes de este emblemático roque lo constituye su riqueza histórica y arqueológica. En su cima se produjo uno de los 
acontecimientos más destacados de entre los acaecidos en los últimos momentos de la conquista de la isla, y en su entorno se localiza una extraordinaria 
muestra del pasado aborigen, que se manifiesta en sus múltiples yacimientos arqueológicos.
El Roque Bentayga, pitón basáltico que se eleva 1.404 metros sobre el nivel del mar, actualmente considerado como uno de los monumentos naturales más 
descomunales y espectaculares de Gran Canaria, constituyó en el pasado para los antiguos canarios un lugar de especial significación. En este roque se 
estableció un complejo sistema de viviendas trogloditas, con graneros para guardar los excedentes e, incluso, con cuevas que fueron usadas como nichos para 
sepultar a sus muertos. Se erigió, además, como una inexpugnable fortaleza natural donde los canarios se refugiaron y resistieron a las agresiones 
perpetradas por las huestes castellanas; aunque, sobre todo, representó un lugar de culto religioso.
Un almogarén era un lugar de adoración que generalmente ocupaba una situación elevada, el sitio donde se realizaban las invocaciones a Acorán, el dios de los 
antiguos pobladores de Tamarán, es decir, de los aborígenes que antaño habitaron en la isla que hoy conocemos como Gran Canaria.
Al este de este roque, hay excavado sobre la roca un cuadrado con cazoletas y canalillos, lo que ha sido interpretado por los expertos como un lugar dedicado 
al culto. Además, existen en la zona estaciones de grabados rupestres alfabetiformes líbico-bereberes, así como diversas cavidades que sirvieron a los 
antiguos canarios para sepultar a sus difuntos. En la actualidad, muchas de estas oquedades conservan el muro de piedra seca que se levantaba para sellar las 
cuevas. Subiendo al almogarén desde el centro de interpretación, aún es posible apreciar en la base del roque un muro de piedra que lo recorre por todo el 
lado este y sur, y que según reflejan los estudios pudo tener una finalidad defensiva en la última etapa de la conquista castellana, cuando el conquistador 
Pedro de Vera intentaba sitiar a Bentejuí, príncipe descendiente de la familia real del guanarteme o rey canario, Tenesor Semidán, y probablemente heredero 
destinado a suceder al rey.
Este roque tuvo en el pasado prehispánico un uso esencialmente cultural y defensivo, siendo el poblado de Cuevas del Rey, ubicado más al oeste, un 
asentamiento de cuevas artificiales excavadas sobre toba que fueron utilizadas como hábitat y como graneros. Para poder acceder a este poblado troglodita, 
debemos bajar por la carretera desde el centro de interpretación, y seguir por la primera bifurcación, que por esta vía rodada une el Bentayga con el 
asentamiento de Cuevas del Rey, en dirección al barrio de El Chorrillo.
Las diversas cuevas presentan morfologías dispares, destacando aquellas de planta cruciforme, con algunas mixtas de tipología casa-cueva, y sobresaliendo de 
manera especial la denominada Cueva del Guayre (llamado así el señor de la zona), cavidad de amplia superficie cuadrada, de elaborada factura, y que presenta 
su interior pintado de blanco, negro y rojo. En el suelo existe también una compleja red de cazoletas y canales, y en un nivel superior se localiza un 
importante granero, vinculado a este poblado, de difícil acceso, donde se almacenaban los excedentes de grano.

Laurisilva.

Paola Martín Marín  - Las Palmas de Gran Canaria. La laurisilva, selva de laurel, es un tipo de bosque subtropical característico de la región macaronésica 
que junto al fayal-brezal conforma el monteverde. Constituye uno de los ambientes boscosos característicos de las Islas Canarias, a excepción de 
Fuerteventura y Lanzarote. Restos fósiles hallados en el sur de Europa evidencian que antaño pobló una amplia zona de la cuenca mediterránea. Posteriores 
glaciaciones trasladaron estos bosques hacia zonas más templadas en busca de condiciones climáticas favorables para su desarrollo, hasta reducir su 
distribución a la Macaronesia. 
Tras millones de años, este bosque de gran biodiversidad apenas ha sufrido transformaciones evolutivas; es una reliquia viviente de las formaciones vegetales 
que cubrían gran parte de Europa durante el Periodo Terciario.
En las zonas de las islas donde las nubes arrastradas por los alisios chocan y ascienden por las laderas de las montañas se produce una ligera llovizna 
conocida como lluvia horizontal, característica principal del área de distribución de la laurisilva. Gran Canaria, hoy día, conserva una mínima expresión del 
bosque que antaño tuvo, en pequeños reductos en los que zarzales y cañaverales han colonizado zonas explotadas y luego abandonadas. En la actualidad, la 
laurisilva presenta una distribución muy escasa (un 1% de su distribución potencial, la mayor parte incluida dentro de espacios naturales) en comparación con 
siglos pasados. 
Los pequeños relictos crecen en lugares donde las condiciones ambientales son más favorables: fondos de barranco con humedad o cauces de agua y laderas 
sombreadas. Parece que encontró una forma de protección en zonas poco accesibles en las que han crecido cañas y zarzas. Pero esta protección es relativa; por 
un lado, la maleza controla el paso de la gente y el ganado, por otro lado, se corre el riesgo de que nuevos incendios destruyan estos reductos de 
laurisilva, por lo que las labores de limpieza de barrancos crean una nueva oportunidad para su conservación.
RELICTOS DESCUBIERTOS. Para conocer de cerca el bosque escondido de laurisilva, realicé una visita a un tramo del parque de Sintes y a la finca de Osorio, 
ambos en Teror, con Juan Guzmán y Federico Grillo, ingenieros forestales del Cabildo. A la vez que me mostraban el lugar, evaluaban las tareas de limpieza 
realizadas en el marco de la prevención de incendios. Tras el gran incendio que asoló Gran Canaria el pasado verano, uno de los ejes principales de actuación 
del Cabildo insular es evitar que se repita la catástrofe.
Básicamente, se está limpiando el fondo de los barrancos de maleza y basura, pues propagan el fuego más rápido. "A la par que eliminamos zarzas y cañas de 
gran altura, introducimos especies de laurisilva de crecimiento rápido, la llamada laurisilva pionera, para evitar que la maleza vuelva a dominar el terreno. 
Lo bueno del bosque de laurisilva es que no es combustible en verde", sostiene Juan Guzmán. Así, el barranco actúa como cortafuegos natural. "Fue al 
desproveer al suelo de estas extensas masas vegetales cuando salieron a la luz las plántulas de laurisilva.
Los árboles pequeños esperan a que los viejos caigan para seguir su camino hacia la luz", explica Federico Grillo. Asfixiados entre la espesura no podían 
crecer, y esperaban pacientes su turno para dar un estirón y erigirse como árboles que darán sombra y cobijo al vivero de plántulas que crecen a ras de 
suelo. 
En el barranco, abandonado a su suerte, la sucesión vegetal se estanca, no se producen cambios en las coberturas de cada especie. La mano del hombre busca 
acelerar la sucesión vegetal. "Se pretende cambiar la estructura vegetal poco a poco hasta que se convierta en una arboleda y luego dejar que ande sola.
En zonas como el tramo de Sintes, donde corre el agua, la idoneidad de las condiciones es tal que, acometidas las labores de limpieza, se puede repoblar 
inicialmente con las especies nobles; por ejemplo, el til, que se puede introducir en pocos sitios, pues requiere de sombra densa y mucha humedad", dice Juan 
Guzmán. Lo que vemos son hijos de los relictos que quedan, mínimas expresiones de lo que se supone tuvo que haber. En doscientos años bien dedicados podría 
haber un bosque maduro que ocupase toda el área potencial.
ADMINISTRACIÓN. El Cabildo parece dispuesto a proteger y conservar la laurisilva hallada en el fondo de los barrancos. Incluso se barajan posibles medidas 
para incentivar el uso y disfrute popular, sirva la creación de una red de senderos como ejemplo. Además de iniciativas administrativas, hace falta un 
impulso paralelo por parte de la población grancanaria, que demande la recuperación de la laurisilva en la isla.
En cuanto al Gobierno de Canarias, ha creado una línea de subvenciones -publicada en el BOC núm. 170 de martes 26 de agosto- para diversas modalidades de 
explotación forestal. Algunos vecinos, por ejemplo, ya se han beneficiado de estas ayudas, llegando a repoblar más de cuarenta hectáreas con especies de 
laurisilva y pinar canario. 
El 40 % del archipiélago es territorio protegido; los espacios naturales tienen un plan de gestión asociado que incluye el fomento y recuperación de las 
masas boscosas, siendo los cabildos los encargados de poner en marcha estos planes. Entre otras, el Gobierno autonómico realiza actuaciones para aumentar la 
masa boscosa preservando la genética particular de cada relicto en los Tiles de Moya o la Laguna de Valleseco o la ladera de Las Carboneras, y así recuperar 
la existente y crear nuevas superficies.
La superficie disponible para repoblar es uno de los grandes problemas. Al estar una gran parte en manos privadas, cuesta animar a los propietarios, quienes 
quizás busquen más la rentabilidad económica, a reforestar con especies no frutales, sin valorar la recuperación paisajística del entorno natural. 
Entre otras ventajas de los bosques de laurisilva está la posibilidad de ofrecer un paisaje y biodiversidad únicas de gran interés turístico y, por tanto, 
socioeconómico, como sucede en La Gomera y La Palma. El turismo rural sostenible como alternativa de calidad al turismo de sol y playa, junto a la 
recuperación del patrimonio natural de la isla, pueden ser motivos suficientes para que administración pública y la población local trabajen en ello.
Parece necesario mirar más allá de los obstáculos temporales para articular las opciones de regeneración y mantenimiento de los espacios naturales. Si 
consideramos al ser humano responsable de sus actos, estaríamos de acuerdo en la urgente necesidad de recuperar un bosque endémico que no hace tanto cubría 
casi toda la isla.
La esquilma maderera de siglos precedentes nos dejó como herencia el relato cuasi mitológico de la Selva de Doramas. Sin embargo, en la cronología de Gea, 
500 años no son nada. Nos encontramos en un momento de gran trascendencia; tenemos la oportunidad, tras descubrir un bosque incipiente, de valorar y actuar 
en consecuencia.

Información de Maspalomas. 

El Faro de Maspalomas se encuentra en el sur de Gran Canaria, en pleno centro de una de las franjas de costa más visitadas de Europa.
Maspalomas, Playa del Inglés y Meloneras ofrecen gran número de hoteles y apartamentos, muchísimas opciones de ocio durante el día y una atractiva vida 
nocturna alrededor de las playas.
Pero Maspalomas no es sólo conocida por su enorme campo de dunas o por su buen clima. También lo es por su antiguo Faro, que ha visto la llegada de los 
primeros turistas y la conversión de la zona en lugar de vacaciones. Porque desde que el primer viajero comprendió que el buen tiempo era la norma de esta 
kilométrica playa, el Faro de Maspalomas ha sido testigo de miles de días de sol, lunas de miel y paseos junto al mar.
La decisión de levantarlo se tomó en el lejano 1861. Las obras se prolongaron 28 largos años. Por aquel entonces el lugar era un paraje deshabitado, 
incomunicado del resto de la isla. Para la construcción del faro, de 55 metros de altura, se dispuso un muelle para descargar los materiales, que sólo podían 
llegar por mar.
La luz del faro se encendía en 1890.  Servía de guía a los barcos que cubrían las rutas entre Europa y América. Era la única construcción al final de una 
larga línea de arena que comenzaba en lo que ahora es Playa del Inglés y se cerraba en las cercanías del Oasis de Maspalomas.
Hoy todo ha cambiado a su alrededor. Ahora se encuentra al inicio de una concurrida zona de paseo. Un lugar perfecto para realizar compras, hacer una parada 
tras la playa, salir a cenar o simplemente tomar algo junto a la larga línea de mar.
A pocos metros del paseo, los bañistas se zambullen en la arena que inicia la Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas, constituida por tres ecosistemas: 
el Palmeral, la Charca y las Dunas, que se extienden a pocos metros del mar. Toda la zona es un enorme espacio natural de excepcional valor.
A tres pasos del Palmeral de Maspalomas encontrará el espacio protegido alrededor de la Charca, que nada entre el mar y la arena y que es lugar de descanso 
para las aves que migran a África. Junto a la Charca comienzan los campos de dunas, que cambian continuamente de forma, modeladas por el viento del océano.
Desde el Faro y en dirección a las dunas, caminando por la orilla del mar, llegamos a la Punta de Maspalomas, que conecta con Playa del Inglés. Es realmente 
la misma playa, que a partir de ese lugar cambia de nombre. Recorrerla de un extremo a otro se convierte pronto en la sana rutina de los visitantes.
La playa cuenta con tramos solitarios y aislados, en los que practicar nudismo. Del Faro de Maspalomas a Playa del Inglés la zona nudista comienza entre el 
chiringuito 3 y 4. De Playa del Ingles al Faro de Maspalomas la zona nudista comienza entre el 5 y 6. Los surfistas tienen por su parte su lugar de encuentro 
en la curva que une Maspalomas con Playa del Inglés. Paseantes, nudistas o surferos, todos se mezclan en la playa.
Muchas cosas han cambiado desde 1861, pero Maspalomas continúa siendo un lugar perfecto para disfrutar del mar o dedicar tiempo simplemente a tomar el sol. 
Eso no ha cambiado. También sigue exactamente igual, en el lugar de siempre, la larga sombra del Faro, que antes velaba por los barcos que cruzaban el 
Atlántico y que ahora envidia a los bañistas que pasan los días bajo el sol de Maspalomas.
 http://www.grancanaria.com/patronato_turismo/Maspalomas



Descojonado,Punta de la (Aldea de San Nicolás)

Situado junto a la playa de Asno en Tasartico se encuentra este gran acantilado que recibe este nombre tan particular por ser una marca o señal para los antiguos mareantes,y para los nuevos que carecen de tenología,que marca el inicio de la zoma marítima entre esta Punta y la Punta de Los Canalizos,conocida con el mismo nombre de EL DESCOJONADO,referencia que señala el llamado "pasillo" entre las islas de Gran Canaria y Tenerife,donde las impresionantes olas de varios metros de altura,casi siempre reinantes,provocan vuelcos y hundimientos si no tiene la experiencia o no se conoce tal circunstancia.
En el brazo de mar que separa las dos islas,el alisio actúa también con la fuerza desde el Norte,por lo que presenta un aspecto rizado con fuertes y peligrosas turbulencias,a excepción de la zona más al Sur,sometida al abrigo de las montañas en lo que se llama el Mar de Calmas.Estas dificiles condiciones de navegación que causan auténtico terror,"acojona" como vulgamente se dice haciendo honor a su nombre,tiene ya muchas tristes referencias históricas y modernas,pero las antiguas del naufragio del Esperancilla y otras de desaparecidos en el mar,o por desprendimientos,son las más recordadas por los lugareños.
El 21 de abril de 1875.a una o dos millas aproximadamente de la Punta,se produjo la tragedia del naufragio del Esperancilla,que venia cargado de "leñabuena".Un temporal lo hundió con toda su tripulación,trece marineros y un pasajero,quedando para siempre en la memoria del lugar.
El 26 de septiembre de 1879,en los Canalizos,muy cerca de esta punta próxima a Güygüy,un golpe de mar se lleva a Benito Casas.
Se cuenta también que el 23 de agosto de 1895,por el mismo acantilado,en la caleta de Calladitos de Macias,se produce otra tragedia en la misma orilla de la playa,cuando un gigantesco desplome del acantilado cayó sobre tres pescadores de una misma familia de Agaete que se hallaban pescando sobre su barquillo.El gigantesco desprendimiento del terreno,que aún se puede observar,sepultó al padre Alejo Suárez Garcia y a su hijo menor Juan Suárez Martín,mientras que el otro hijo se salvó milagrosamente y,enloquecido,para salir del lugar,trepó,no se sabe cómo,por el acantilado arriba según la tradición oral <detras de una mariposa>, y pudo llegar a la Playa del Asno en Tasartico e informar del suceso al resto de la familia que allí se hallaba.
Todavia la tradición oral marinera cuenta que allí <... hay un barquillo enterrado con una familia...> y que el muchacho superviviente descubrio una nueva senda de Calladitos de Macias a El Asno conocida luego como El Paso Nuevo.
Humberto Pérez.